Cierto es que Ubuntu funciona en la mayoría de equipos sin necesidad de complicados ajustes post-instalación, cosa nada fácil teniendo en cuenta la dejadez en este sentido por parte de los fabricantes hacia Linux.
Para mejorar aún más en este campo, Canonical ha puesto en marcha una iniciativa llamada Ubuntu-certified hardware, que permite al usuario conocer de antemano qué equipos de qué fabricante funcionan a la perfección en Ubuntu, y por tanto nos ahorrarán posteriores dolores de cabeza.
Ubuntu-certified hardware cuenta con 3 variantes, que son:
– Ubuntu Certified: Disponen de esta certificación aquellos equipos que han sido probados de primera mano por Canonical, realizándose positivamente todas las pruebas de compatibilidad pertinentes.
– Ubuntu Enabled: Esta certificación está presente en aquellos equipos que son compatibles con Ubuntu gracias a alguna modificación que Canonical introduce, es decir, equipos que inicialmente no son 100% compatibles, pero que Canonical los hace 100% compatibles mediante modificaciones introducidas en Ubuntu.
– Ubuntu Ready: Se trata de una certificación que se otorga a aquellos equipos que, sin pasar por las manos de Canonical, han sido certificados como 100% compatibles por el fabricante.