La mayoría de equipos actuales están dotados de procesadores de 64 bits, cuya capacidad es desaprovechada por los sistemas operativos que trabajan en 32 bits.
Por otro lado, aunque la mayoría de distribuciones Linux, como es el caso de Ubuntu, tiene su propia versión de 64 bits, se sigue utilizando la versión de 32 bits como la principal, debido a que la mayoría de aplicaciones están construidas para 32 bits, y en muchas ocasiones no funcionan correctamente en sistemas de 64 bits.
Aun así, si eres de los que arriesga, y quieres instalar aplicaciones de 32 bits, que utilizas y no tienen su versión para 64 bits, siempre puedes forzar la instalación de éstas en un sistema Linux de 64 bits, de la siguiente forma:
sudo apt-get install ia32-libs
… lo que instalará las librerías de 32 bits en nuestro sistema de 64 bits …
sudo dpkg –force-architecture -i apli32.deb
… para instalar la aplicación (en este caso empaquetada .deb). Donde apli32.deb es el nombre de la aplicación de 32 bits a instalar en nuestro sistema de 64 bits.