Una de las ventajas de cualquier distribución Linux es su sistema de repositorios, que permite tener configuradas varias fuentes o repositorios seguros, de confianza, desde los que podemos descargar, instalar y actualizar nuestras aplicaciones, sin tener que preocuparnos de su origen, ni de descargar ficheros de forma independiente, ni de las dependencias con terceros.
Aun así, hay veces que algunas aplicaciones se distribuyen individualmente, en forma de paquete .deb (en el caso de sistemas Debian/Ubuntu). No importa, la forma de instalar un fichero «paquete.deb» que nos hayamos descargado es la siguiente:
sudo dpkg -i paquete.deb
Sencillo, ¿verdad?
Pero, ¿y si este paquete tiene dependencias con terceros? (librerías u otro software del que depende para su ejecución). Muy sencillo, al instalarlo de la forma anterior, el sistema nos advertirá de que tenemos dependencias no resueltas, y que tenemos que instalarlas previamente para terminar la instalación de nuestro «paquete.deb» .
Y para resolver estas dependencias nada más sencillo, a continuación hacemos:
sudo apt-get -f install
Y este segundo comando lo que hará será resolver las dependencias que teníamos pendientes con nuestro «paquete.deb» , descargarlas e instalarlas, y tras eso terminar la instalación inicial que quedó antes pendiente.