En una entrevista a Linus Torvalds concedida al sitio web Simple-talk, y de la que se han hecho eco en Muy Linux, el creador de Linux expresa sus preferencias en cuanto a las diferentes distros:
«…he usado distintas distribuciones a lo largo de los años. Actualmente estoy usando Fedora 9 en la mayoría de ordenadores que uso, lo que se debe en realidad al hecho de que Fedora tenía un buen soporte para PowerPC en los tiempos en que tenía dicha plataforma, de modo que crecí acostumbrándome a ella.»
«…me gustan las distribuciones que tienen una reputación como soluciones fáciles de usar. Nunca he usado Debian, por ejemplo, pero me gusta Ubuntu. Y antes de que la gente de Debian me ataque: sí, lo sé, lo sé, ahora Debian es mucho más fácil y simple de instalar. Pero antes no lo era, y no tenía muchas razones para usarla.»
«Personalmente, creo en las opciones. Sí, puede ser algo confuso, y sí, puede hacer que el mercado parezca fragmentado, pero por otro lado, también fortalece la competitividad. Y la competitividad es buena, y es buena incluso dentro de un proyecto. Es lo que hace que la gente trate de hacer cosas distintas, y termina siendo muy motivacional.»
Me parecen unas declaraciones prácticas y realistas. ¿De qué sirve complicarse la vida si se puede hacer todo más fácil? ¿Cual es el término medio entre robustez-seguridad y usabilidad?
Respecto a la gran variedad de distribuciones, también estoy de acuerdo con Linus en que es positivo para el desarrollo de Linux, ya que fomenta una competitividad que parte en igualdad de condiciones. Es más, cualquier grupo de usuarios puede organizarse y elaborar una distribución puntera. ¿Acaso no es eso positivo?