Vía D’Oh! me entero de que que este conocido software de videoconferencia está metido en juicios por su negativa a liberar el código fuente de Skype, una aplicación que deriva de código bajo licencia GPL, pero de la que esta empresa no quiere liberar su código fuente alegando (en el juicio) que se trata de una licencia inválida (la GPL) porque incumple la regulación anti-trust.
En fin, creo que este es suficiente motivo para dejar de usar esta aplicación. Además, en Linux existen infinidad de programas de comunicación VoIP más amables con el usuario…