Estos días hemos leído en muchos medios, sobre todo en los dedicados a Linux, la historia de Abbie Schubert (en la foto adjunta), una joven estudiante estadounidense que, tras perder dos semestres de clases, achaca esta pérdida a Ubuntu. Según dice, se compró un portátil Dell con Ubuntu, y luego la fue imposible conectarse a Internet mediante el CD de Verizon, o utilizar aplicaciones como MS Word…
Offtopic: ¿Debería haber catalogado este post como «humor linuxero«?
El caso es que esta noticia, que tanto bombo ha levantado, me hace reflexionar en tres direcciones:
Por un lado, ¿cómo una noticia tan absurda puede llegar a tanto? ¿Alguien puede estar interesado en ello?
Por otro lado, al contrario del efecto provocado por esta noticia (insultos y despropósitos hacia la ignorancia de esta señorita), previsible por cierta parte de la comunidad linuxera, ¿no sería mejor no darle mayor importancia de la que tiene (una chica muy ignorante que se jacta de ello) e intentar ofrecer nuestra ayuda en lo posible (si es que es bien recibida)?
Y por último, si yo fuera profesor de este centro, me pensaría «un poco» el tipo de educación que reciben mis alumnos…