Aunque es difícil resumir la noticia (o más bien notición) en un titular, básicamente lo que se ha hecho público en estos días, durante la Microsoft’s Build developer conference, es que Windows 10 integrará en cierta forma funciones propias de Ubuntu (y de Linux en general).
Concretamente, para no ser tan generalistas, estamos hablando de bash, el intérprete de comandos que incluye Ubuntu (y otras distribuciones Linux), que podrá ser ejecutado de forma nativa (nada de emuladores ni binarios recompilados) dentro de Windows 10. Así, podremos ejecutar bash y trabajar con éste de forma nativa desde Windows 10.
Aunque algunos estarán pensado que esto ya existía en Windows, de la mano de Cygwin… pero en realidad no es lo mismo. Cygwin está formado por binarios recompilados, del código fuente, para ser ejecutados en Windows; mientras que la incorporación de bash en Windows 10 será completamente nativa, y tendremos en Windows nuestro propio sistema de ficheros de forma similar a una instalación típica de Ubuntu.
Esta integración viene de la mano de Canonical y su tecnología de contenedores LXD 2.
De momento, nada que ver con ejecutar aplicaciones gráficas, propias de Ubuntu, en Windows, como nautilus o cualquier otra. Sólo estamos hablando del bash, aunque esto implica miles de posibilidades, tanto de aplicaciones en consola, como de scripts, etc.
Aun así, seguro que con el tiempo esta integración abrirá las puertas de las aplicaciones gráficas de escritorio, propias de Ubuntu y Linux, en Windows 10.
¿Y es esto positivo o negativo para Ubuntu? Pues yo creo que es positivo para el mundo de Linux en general, puesto que acerca una tecnología propia de Linux a todos los desarrolladores (y también usuarios «normales») que utilicen sistemas Windows.
¿Es negativo para Ubuntu o Linux? No lo creo, puesto que el usuario seguirá siendo libre de utilizar cualquier distribución Linux de forma nativa.
Creo que la variedad de opciones se traduce en libertad para el usuario, ya sea en Linux, Windows, o cualquier otra plataforma.