Alguien tenía que hacerlo, y en este caso ha sido la organización española Hispalinux la que ha llevado al gigante Microsoft a los tribunales europeos por el uso de «Secure Boot» implementado en el nuevo Windows 8, y que básicamente lo que hace (más que aportar seguridad) es obstaculizar el arranque de otros sistemas operativos, en este caso GNU/Linux.
Esperemos que esta denuncia llegue a buen puerto y los tribunales y jueces de la Unión Europea se tomen en serio esta queja, de un sistema que no beneficia ni a usuarios ni a la industria del software, sólo beneficia y da alas al monopolio de empresas como Microsoft con su sistema Windows.
Otro capítulo más de la guerra sucia a la que Microsoft está acostumbrada a jugar. Con Internet Explorer la perdió, ¿qué pasará con Windows 8?