Ya no debería sorprendernos el hecho de que las grandes multinacionales varien la veleta de sus propósitos en función de sus propios intereses.
Éste parece ser el caso de IBM, que recientemente ha salido a la palestra por unas declaraciones de Florian Mueller, en las que afirma que IBM ha enviado una carta a la compañía TurboHercules SAS en la que amenaza a ésta última de llevarla a las tribunales por infringir un centenar de patentes. IBM en su momento prometió no utilizar algunas de estas patentes (que ahora están reclamando) en contra del open source.
La política de las grandes empresas en el terreno del open source, ya se llamen IBM, Microsoft, o cualquier otra, parece claro, apoyamos al open source (y hacemos anuncios tan bonitos como éste) cuando nos beneficia, y cuando no, lo atacamos.